martes, 7 de junio de 2011

Me dijistes que los trenes sólo pasan una vez, pero, ¿por qué no dos? ¿por qué no empezar de nuevo? Me gustaría volver al momento en el que te conocí. Fue una tarde, a finales de noviembre. Empezamos a hablar cada día, ¿recuerdas?. Poco a poco te ganastes completamente mi confianza, y poco a poco me fuistes robando el corazón. Cada vez que te decía "tengo frío", tú me contestabas "así me entran más ganas de abrazarte". Esas palabras me encantaban, y más si salían de tí. Tal vez, en su momento, no las valoré lo suficiente, pero ahora las echo de menos. O cuando me decías "yo siempre te voy a defender", o "qué guapa ibas hoy". Todo lo que me decías significaba mucho para mí. En ese tiempo vivía en una nube, no me importaba nada más que no fueras tú. Luego comenzaron las miradas, miles de sonrisas, y lo que nunca olvidaré, los abrazos. Recuerdo el primero que me distes, y estoy segura de que te acuerdas del primero que te dí yo, en ese 14 de febrero. ¿Y te acuerdas de cuando me cogistes por detrás y me abrazastes diciendo "qué frío hace"? Fue un grandísimo momento, lo recuerdo como si estuviera pasando ahora mismo. Ahora no puedo estar viviendo en el pasado, ni pensando en el futuro. Pero quiero que sepas y tengas presente que tú has sido, eres, y probablemente serás el único que me ha echo sentir de esta manera tan especial, y que te quiero, y no me importa cuanto tiempo tenga que esperar, porque te aseguro que esperaré, por tí esperaré. Necesito que te des cuenta de que te quiero de verdad, y que otra no te podrá dar lo mismo que yo. Te echo de menos, vuelve por favor.


No hay comentarios:

Publicar un comentario