martes, 17 de abril de 2012

El mundo te espera ahí fuera.

Aquí no valen las lágrimas, las tristezas, los malos recuerdos, ni los sábados en casa. Para ser feliz, solo hay que encontrar motivos para serlo. ¿Ves eso de hay delante? Se llama vida y está esperando a que la conquistes. Te queda un largo camino por recorrer, así que deja de pensar y de dar oportunidades a quien no se las merece,  deja de intentar que todo el mundo sea feliz, piensa primero en tí. Sal, baila toda la noche, bebete hasta la copas de los árboles, diviértete, riéte, y si te duelen los pies... es señal de que lo has echo bien.

Porque la perfección es independiente de la felicidad.

No quieras ser otra que tu no eres. Al revés, quierete a ti misma. No mires tus defectos, porque seguro que tienes mas de mil virtudes. No hace falta que quieras cambiar, no hace falta querer ser perfecta. Porque no hace falta serlo para ser feliz.

Una persona, dos máscaras.

Camino a paso firme, con la cabeza bien alta, y con la mirada al frente. Por dentro estoy deshecha, pero por fuera no permitiré que se refleje. Tengo los ánimos por los suelos, pero lo soluciono con unos tacones de 10 centímetros. La vida me da la espalda, pero continuo. El día es gris, pero llevo gafas de sol. No me apetece, pero sonrío, el tiempo pasa deprisa, muy deprisa, pero aprovecho todos y cada uno de los momentos. Prefiero quedarme en casa, pero salgo a comerme el mundo. Porque al fin y al cabo, si yo no lo hago, nadie lo hará por mí.

Ven, que vamos a hacer un pacto

Ven, acercate, quiero hacer un pacto, tu, yo y tu increible sonrisa, ¿lo aceptas?