miércoles, 18 de mayo de 2011

Piensa en mí y seré inmensamente feliz.

Tengo muchas cosas que decirte. No sé cómo empezar… Creo que debería comenzar diciéndote que te quiero, te guste o no, nunca dejaré de hacerlo. Ya que estoy, te confesaré también que sueño todas las noches con volver a abrazarte. Esto es así, no hay más que hablar, te conocí, inesperadamente, y poco a poco me enamoré. No sé ni cómo ni por qué, pero es la verdad. He estado a tu lado en todo momento, con tus fracasos y victorias, porque tu felicidad forma parte de la mía. Siento acordarme tanto de ti, cuando veo ese recuerdo tuyo, o una foto, pero es que no lo puedo evitar mirar cada día. No sé si tú te acordarás de mí, aunque sea una décima de segundo. Probablemente no, no lo sé. Fui una cobarde, tuve una oportunidad, y la dejé escapar. Espero que algún día me perdones esa cobardía. No sé qué pensarás, no sé si te pasará lo mismo a ti, pero sea lo que sea la respuesta, yo voy a esperar igualmente, estoy cansada de intentar disimular, de ocultar todo esto. Me hiciste feliz, aunque no lo creas. Debes saberlo. Con cada cosa que hacías, yo era inmensamente feliz. Son detalles que a simple vista no son gran cosa, pero para mí, son los detalles más bonitos del mundo. Si en algún momento, tú quieres tenerme, sólo te pediré que grites mi nombre, y ahí estaré.





sábado, 14 de mayo de 2011

Adicta a tí.

Cuando pensaba que todo era imposible, que no te volvería a sentir tan cerca de nuevo, sucedió otra vez. Te llamé, dándote dos golpecitos en la espalda, no quería dejar escapar esa oportunidad, porque son cosas que suceden y no las puedes perder. Te girastes, con una enorme sonrisa que hizo que saliera la mía. Después sentí tus brazos, el latido de tu corazón y tu respiración. No pude evitar darte un beso, en la mejilla, como antes siempre hacía. Ahora solo espero a que vuelva a ocurrir, a que vuelva a tener otra ocasión como esta. Te quiero, y aunque me cueste creerlo, aceptarlo y demostrarlo, es así. Me he acostumbrado a esta adicción a tí.



Intenta, persiste, sigue, y consigue.

Por mucho que luches en la vida, siempre te vas a llevar sorpresas, sean buenas o malas. Te caerás muchísimas veces, pero te levantarás otras tantas. Estarás a tres metros sobre el cielo, o a tres mil. Un día tendrás ganas de fiesta, y otro no te querrás levantar de la cama. Irás un día hacía adelante, y otro hacía atrás. Nada de lo que pasa es inesperado. No hagas otros planes para tu fabulosa vida, porque la vida siempre tiene planes para ti. Las personas que luchan por sus sueños, aquellas que lo intentan día tras día, con la misma ilusión de siempre, las que no pierden la fe, aunque no consigan ver la luz por ningún lado, por aquellas que creen en sus ilusiones y mantienen la esperanza de que algún día se harán realidad, las que luchan, lo intentan, se esfuerzan, y persisten, y siguen, y siguen intentándolo. Porque lo que fácil empieza, fácil acaba. Lo imposible sólo tarda un poco más en llegar, sólo hay que seguir luchando, ese es el secreto del triunfo, no rendirse. Esas personas al final lo consiguen, sí, siempre lo consiguen.


El silencio te da la razón, el tiempo: la felicidad.

Te seré sincera, te necesito. Pensaba que sólo se podía echar de menos aquello que has tenido alguna vez, pero no, vivo atada al pensamiento de perderte sin querer. He luchado mucho, y he sufrido, por tí, por conseguir aunque sea una pequeña porción de tu amor. Te quiero, y debo decírtelo, pero no me siento capaz. Sólo la gente que dice lo que siente consiguen la felicidad. La vida es demasiado corta como para andarse con indirectas, pero vivo con el miedo a escuchar un "yo no", o a perder esta gran amistad. He aprendido tambien que el amor no se busca, se encuentra. Aparecistes hace medio año, y desde entonces, solo tú has ocupado mi pensamiento, has sido el único capaz de hacerme sentir todo esto. Sé que eres tú, o ninguno. Te esperaré el tiempo que haga falta.